La odontopediatría es la rama encargada de tratar los problemas bucales y dentales de los niños.
Se recomienda que la primera visita de los pequeños al dentista sea en torno al año de vida. Después de esta primera revisión deberán realizarse visitas periódicas (cada 6 meses) para seguir observando y no descuidar su salud bucal.
Hay que prestar especial atención a los dientes de leche de los más pequeños y los dientes definitivos de niños y adolescentes. Creemos que en la prevención, en el diagnóstico y en el tratamiento precoz, está la solución a muchos problemas bucales y la etapa crucial para actuar es la infancia.
¡¡Se acabó el miedo al dentista!!
¿En qué consiste la odontopediatría?
Entre las patologías más comunes tratadas en la odontopediatría encontramos las siguientes.
Caries: sin dudarlo, la más frecuente y la que antes suele aparecer. Una vez detectada se determinará el tratamiento más óptimo, y se facilitarán todos los consejos y recomendaciones necesarios para evitar complicaciones mayores
Mala posición de los dientes: algo que desde pequeños se puede ir prediciendo a través de las revisiones rutinarias al observar mala colocación, dientes torcidos, falta de espacio, mordidas incorrectas, etc. Una vez detectado, el especialista determinará cual es el tratamiento más óptimo y cuando se debe realizar.
Traumatismos y roturas: caídas y golpes accidentales, algo muy común en los más pequeños que pueden causar o bien una rotura parcial del diente o la rotura de la pieza entera. En cualquiera de los dos casos hay que acudir lo antes posible al dentista, pero sobre todo si se da la segunda situación, ya que una actuación rápida y a tiempo (antes de que pase aproximadamente 1 hora) puede llegar a salvar la pieza dental (reimplantación).
Otro tipo de alteraciones menos comunes: anodoncia (ausencia congénita de dientes), ablastodoncia (ausencia de todos los dientes definitivos) o hiperodoncia (existencia de un número de dientes superior al normal).
Ventajas y beneficios de la odontopediatría
Los odontopediatras son especialistas acostumbrados a tratar con niños, que además tienen una formación específica en este campo.
Detección precoz: Una correcta planificación de las visitas al dentista a partir del año de edad puede evitar la aparición de muchos problemas dentales en los más pequeños.
Si les acostumbramos a que estas visitas las vean como algo rutinario y normal, podemos hacer que los pequeños se vayan familiarizando con su dentista, cogiendo confianza y así tenemos grandes posibilidades de evitar que sientan miedo o temor cuando vengan a sus revisiones.
Los odontopediatras les inculcan desde que son pequeños los hábitos correctos de higiene apropiados para cada edad.